El objetivo del concierto fue homenajear a Mercury, y crear conciencia sobre la existencia del sida, una enfermedad que en esos momentos recién estaba conociéndose, y recaudar fondos para la Mercury Phoenix Trust, la fundación que crearon los integrantes de Queen tras la muerte de Mercury.
El homenaje se realizó cinco meses después de la muerte de Freddie Mercury. Más de 500 millones de personas de todo el mundo lo vieron o escucharon, y la recaudación fue de 20 millones de libras. Un récord de recaudación.
George Michael en el rol de Freddie
George Michael fue el más destacado. Interpretó tres canciones: ’39, que solía ser una de las más pedidas por el público en los conciertos de Queen; These Are the Days of Our Lives junto a Lisa Stansfield; y Somebody to Love acompañado por un coro gospel.